Terni

Terni: del antiguo esplendor a nuestros días

Terni es la ciudad que no se espera, un caleidoscopio polifacético, fruto de un recorrido histórico marcado por momentos de cesura, cambios radicales, caídas y renacimientos.

La antigua ciudad fue fundada por los umbros en el fértil valle del río Nera, cuyas aguas han sido fuente de vida, producción y riqueza para la población durante siglos. En la época romana, la ciudad se convirtió en un floreciente municipio gracias a su posición a lo largo de la Vía Flaminia; prueba de este periodo histórico es laAnfiteatro Fausto hoy sede de conciertos y espectáculos.

Terni está vinculado en la web con San Valentín mártir, primer obispo y patrón de la ciudad. Las reliquias del santo, conocido en todo el mundo como protector de los enamorados, se conservan en el Basílica dedicada a él. El culto a San Valentín y los acontecimientos valentinianos han hecho de Terni el centro propulsor de un mensaje de amor y solidaridad dirigido a toda la humanidad.

El centro neurálgico de la ciudad es la Piazza della Repubblica y la Piazza Europa, dominadas respectivamente por el Palazzo del Popolo y el Palacio SpadaLa iglesia de Santa María, noble residencia renacentista, es hoy la sede municipal. De particular interés es la iglesia de San Francisco que guarda en el Capilla Paradisi un ciclo de frescos del siglo XIV con escenas del Juicio Final de considerable valor artístico.

Hacia finales del siglo XIX, Terni fue golpeada por la ola de la segunda revolución industrial y cambió su fisonomía, convirtiéndose en la "Manchester italiana". Las actividades agrícolas y manufactureras dieron paso a la producción de acero y armas, el centro urbano se convirtió en portavoz del progreso tecnológico y pasó a ser un ejemplo de ciudad a la vanguardia del nuevo Estado italiano.

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